Cuando Dios diga ¡Alzaos! y truen… sonarán nuestros gritos de ansieda… nuestros gritos de tierra tantos s… nuestros gritos que estaban aguard… heladas de los cuerpos celestes qu…

Para morir es buena cualquier hora… pues detrás de la espalda, a cada… dejamos en el aire este vacío de la ansiedad de una matriz frust… Alguien vendrá a este hueco que no…

Ni línea, ni color, ni voz suave, ni el mirar que fascina... ¡Tan sólo tu divina gracia de sonreír que a cielo sabe! Sonrisa –cielo–, quien te goza, ap…

Alto fanal de trágica galeota sobre un mar de encrespada muchedu… Las andas vienen y a la opaca lumb… Jesús marca a la nave la derrota ¿A dónde en la tiniebla densa, ign…

Yo no sé si ella está dentro o afu… O si asoma a mi carne a la intempe… Esta cicatriz mía, la que me adjud… igual, irreversible. No tiene vuelta, como le sucede

Pasan las aguas por el cauce y no terminan de pasar; mas si de un agua no bebimos nunca aquel agua tornará. Y mientras corre el tiempo y llega

Octubre acuña en oro redondo su moneda... La luz es como un toro retinto en la arboleda. Qué próvida hermosura

Salvar tiempo y distancia —moroso empeño siempre a la fatiga… milagro es en vosotros de eleganci… ¡oh, pies alados de la dulce amiga… Pies alados, pies breves,

Llega estremecida la onda limpia y… de espuma somera que aún orla sus… Al fin –en las pozas calientes–, s… Y es la espuma risa de unos diente… En prisión el agua cara al cielo q…