#EscritoresChilenos
Estrellas de mar Cargadas con el fuego Del agua primordial Con su piel llena de cráteres Y púas de rojo amanecer
Como delgada flor En un vaso de agua pura que naufra… Vivo la vida muriendo Comparada en las fotografías De Antes y Después
En el quinto día del quinto mes se inicia el bautismo del tigre. Se le hace beber algunas gotasde u… para que se convierta en mensajero del espíritu de la Montaña de Dia…
La mamá le decía que era su joya. Una noche el enano comenzó a sospe… El enano se hacía el dormido. Lev… La mamá le cantaba: Hijo reluciente de mi corazón
Surgen evidencias En el juego de la muerte.. Personajes de extrañas liturgias Aparecen mostrando Sus mejillas de madera
Ama, amor mientras yo estoy lejos. Dentro de mí sostengo tu rostro in… y le doy eternidad. Creces en mí. No cambias.
Es necesario que el día nos contemple los huesos Elevemos el amor desnudo al sol que está naciendo Yo no tengo miedo de mostrar
No me relaciono con el desastre ni con la muerte. Soy un as-pájaro que come vida adaptado a diámetros de luna y sol… Una mujer pacífica en un mundo de…
Crece la hierba roja del olvido Y todo lo dispersa Hay fieras lámparas encendidas ¿quién hundirá sus manos en el fue… Y rescate mi rostro entre cenizas?
Ya no me importa el escombro de la… ese pasado con pies de plomo, no m… su arquitectura y engranaje roto en el umbral de otros tiempos. Hoy deseo la existencia sin nombre
El hombre es un animal que ríe o es un animal que llora pero ¿cuándo es un hombre que piensa? Pues así como vamos
La noche sube del suelo Con un corazón de alas redondas Humo de oscuridad que nos abraza Mientras duermen los astros. ¿Quién eres lo que se llama noche
Aquí estamos las madres negras petrificándonos como un raro ejemplar de otras edades. Sin que estas palabras
Al son de la música sideral el mundo va danzando nadie sabe a dónde colgado en el espacio soberano donde todo explota
Testimonio de existencia La poesía es una verdad profunda.… Y se combate a los poetas con fuer… Es así como el veneno de una calum… Pero sobreviví. A la comida enven…