#EscritoresColombianos
Bajo el sol de mediodía por los al… va mi adolescencia cruel Va mi m… de la mano invisible de aquel muchacho extraño y duro c… La dejo irse por los arrabales de…
Antes de devorarle su entraña pens… Antes de ofenderlo de gesto y pala… Antes de derribarlo Valorad al loco Su indiscutible propensión a la po…
Como fuerza de monte en un rincón oscuro la infancia nos acecha. Así el leopardo—Martha Cristina… El leopardo se asoma por tus ojos
Cuando te conocí venía de estar mu… Muerto y amortajado en mis propios… Venía de esconderme en una grave l… que tomaba mi vida y se la ofrecía… para que él la llevara a un lugar…
Sus sentimientos más leves que las… pero fuertes como su vuelo Su viri… de un príncipe masculino soñador y… el del que no quería amar pero ama… la tierra Los míticos cebúes blanc…
Yo tengo para ti mi buen amigo un corazón de mango del Sinú oloroso genuino amable y tierno
A vuestras espaldas Vino fuerte Amores desdichados de mi vida Los… Me construí poderoso y soñador y ustedes se quedaron con las hilachas inasibles de mi p…
Del hongo stropharia y su herida m… derivó mi alma una locura alucinad… de entregarle a mis palabras de si… todo el sentido decisivo de la ple… Decir mi soledad y sus motivos sin…
Que te vas a acordar Isabel de la rayuela bajo el mamoncillo d… de las muñecas de trapo que eran n… de la baranda donde llegaban los b… Habana cargados de…
Me hubiera gustado ser varón para poseerte Para darnos trompadas en señal de… y de fidelidad Para ponerme las botas de capataz
Fuiste un testigo indolente Ni comprendiste Ni ayudaste a la víctima. Fuiste un cómplice de la perfidia… Tácitamente aceptaste
Cuánta congoja agazapada Llevas, Eusebio El paisaje moral de tus contemporá… Te afectó como una lepra blanca. Eres demasiado sensible, muchacho
Ya para qué seguir siendo árbol Si el verano de dos años Me arrancó las hojas y las flores Ya para qué seguir siendo árbol Si el viento no canta en mi follaj…
Llegó Abril con sus aguas escasas colocando diamantes en cada hoja El mes de los árboles aún sediento… El mes de la enredadera que trepa…
En este cuerpo En el cual la vida ya anochece Vivo yo Vientre blando y cabeza calva Pocos dientes