#EscritoresColombianos
Si quisieras oír lo que me digo en… el rubor de tu rostro sería la rec… Son palabras tan íntimas como mi p… que padece el dolor de tu implacab… Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un…
Los poetas, amor mío, son Unos hombres horribles, unos Monstruos de soledad, evítalos Siempre, comenzando por mí. Los poetas, amor mío, son
Que te vas a acordar Isabel de la rayuela bajo el mamoncillo d… de las muñecas de trapo que eran n… de la baranda donde llegaban los b… Habana cargados de…
Más allá de la noche que titila en… Más allá incluso de mi primer recu… Está Lola– mi madre– frente a un… empolvándose el rostro y arreglánd… Tiene ya treinta años de ser hermo…
Gallo de ónix y oros y marfiles ru… quédate en tu ramaje con tus putas… Hazte el perdido El Robado Hazte… Anoche le oí a mi padre llegó tu h… Mañana afílame la tijera para moti…
Llegó Abril con sus aguas escasas colocando diamantes en cada hoja El mes de los árboles aún sediento… El mes de la enredadera que trepa…
No sé donde arderás ahora corazón… Necesito entregarte siempre como e… Es urgente que enfermes otra vez y… Qué voy a hacer contigo ahí desocu… como estúpida biología Vamos desha…
Siento escalofríos de ti, Hermana muerte, De verme en esta sala Mirando un cuadro de David Y súbitamente entrar en la vejez
Sus sentimientos más leves que las… pero fuertes como su vuelo Su viri… de un príncipe masculino soñador y… el del que no quería amar pero ama… la tierra Los míticos cebúes blanc…
Ah desdichados padres Cuánto desengaño trajo a su noble… el hijo menor el más inteligente En vez de abogado respetable
Intentas sonreír Y un soplo amargo asoma Quieres decir amor y dices lejos Ternura y aparecen dientes Cansancio y saltan los tendones
Cuánta congoja agazapada Llevas, Eusebio El paisaje moral de tus contemporá… Te afectó como una lepra blanca. Eres demasiado sensible, muchacho
Está quieto el jardín soportando l… de un marzo que se anunciara vento… Tan fugaz que parece un enero Penetrado de noche en limoneros y… Opalino a lo lejos en la frente de…
Me hubiera gustado ser varón para poseerte Para darnos trompadas en señal de… y de fidelidad Para ponerme las botas de capataz
Como fuerza de monte en un rincón oscuro la infancia nos acecha. Así el leopardo—Martha Cristina… El leopardo se asoma por tus ojos