Dos cuerpos, un alma
para convertirse en una.
Es el momento con épocas distintas
el envejecer, tiene un arista,
que es la seriedad que nos invade.
Pasan los años y es el cuerpo,
quien nos da su veredicto extremo,
dificultades, deterioro, enfermos,
nos transformamos en la legión,
de esos vivientes,
que lamentan con tristeza este presente,
y recuerdan con nostalgia su pasado...
Estoy llegando