“Nunca había tenido algo tan casual”
A Ricardo G
Te imagino como libre, fuego, revolucionario.
Me gusta que hablas corriendo atrás de tu mente, que va al mil.
Percibo de pronto que te gusto mucho.
Yo tampoco lo quiero dejar avanzar, pero luego me encuentro pensando en ti y queriendo verte.
Me preocupa un poco, luego te vienes y me lanzas el papel de baño.
No sé si Renata esté tan contenta con ser esa persona en tu vida a pesar de saber que no lo haces de ese modo.
Estigmas sociales y la mujer usada rondan por mi cabeza. Los moretones me gustan y cuando me das cachetadas la piel se me enrojece por el impacto, eso es muy rico.
¿Hasta que punto me convierto en “servidora”? Si cuando todo termina, yo no.
Pequeños movimientos se convierten en una imagen, los ordeno como tu roomie ordena las piezas de las bicis.
Y la imagen es música, mente, vino, sonrisas, moretones, lejanía, cercanía, dudas, impaciencias, negaciones, añoranzas, platicas, suposiciones, pasados latentes, formas de vida, tiempos, shalalá, atracción innegable, gatos de noche, dos polos, dos realidades, días y noches.
