Una flor blanca
A Andrea Barraza
Alma blanca, aires sinceros de calidez, qué amabilidad te cubre y cuanta gracia.
Brillas por ser una, como estrella matutina
un ave serena que vuela sobre el mar.
Abrazas y das aliento, eres fuerte, firme y capaz, tan noble como una flor y la certeza de una especie migratoria. Admiro cuando ríes, cuando observas y escuchas, los oídos conectados al alma, y un razonamiento afable. Qué fortuna por el comienzo de un cariño admirable, por ser compañía de tus consejos, pensares y humores. Por hacer sinergia y complementarnos con pensamientos.
Solo deseo felicidad para ti, y te abrazo desde el alma, querida amiga, por ser tan sincera en esencia.
