Célula de Eternidad
Todos provenimos de un instante,
De un ápice de eternidad,
Y en medio de los nidos del olvido,
Yacemos inánimes en la oscuridad.
Yo creía, sabía, yo vivía un poco perdido,
Como aquellos que no ven en el amor la libertad,
Con un beso y con un latido,
También se queman las naves en el mar.
Todos provenimos de un instante,
Y sin advertirlo nuestra luz se apagará,
Y seguirán los campos tan vibrantes,
Y tus tiempos, todos se unirán.
Yo creía, sabía, yo vivía, como el viento en la tempestad,
Reía, lloraba y me confundía,
Como se confunde la marea sin cesar,
Y de noche las aves desvanecían, un sueño,
Una luna, dentro de una campana de cristal.
Todos provenimos de un instante,
De una explosión en la intimidad,
Quiero creer que perseveraste,
Y eres una célula naciendo en el más allá.
