Se cayeron a pedazos
los cercos que había construido
que había soñado.
Creía poder decir las cosas
pero las palabras se fueron,
riéndose de sí mismas;
volaban alto,
¡tiraban metáforas e ironías!
No podía decir qué me causaba,
no podía decir nada que llegara a ellas.
Tendré que volver a empezar –volver–
siendo por demás inocente,
quedé mirando hacia arriba,
se hizo de noche
y no bajé la mirada.