el autobús que no pasará a tiempo… el teléfono descolgado a voluntad el cenicero lleno de basura el estómago de vacíos el árbol de invierno
Habrá un día que aparezca, con un mínimo de fe y certeza, cuando en las húmedas manos desaparezca la esperanza se alargará el brillo de la luna y
Con la mitad de palabras liberadas para aprender de ti, conocer tus afanes y grises de los días, amores, nostalgias hubiera edificado el cielo,
Aún en el recóndito, trágico, vil. inhumano, frío espacio pequeño en que todo parece desdichado. y la secuencia de todos los suspir… se esparcen en el suelo húmedo
No importa que no sea nada para ti, para esta gripe, soy una celebridad. El puerto de sus angustias, su habitación amada, la inspiración. En cada estornudo, me voy olvidando de tus ojos...
No sé como responder a una pregunta simple. Tampoco a una compleja. Ignoro que se dice ante una pintura famosa, la veo con desánimo. Las palabras son rugosas como un peñasco o un maulli...
Pregunto a tu cuerpo, la palabra insinuante, y busco con la lengua el sinónimo preciso que extraiga los a b c
En cuestiones de amor, he sido ingenua. Los raspones de rodillas sanan, siempre. Desde el sillón, la escalera
Era un viaje extraño, mis pupilas dilatadas observaban cada gota: de sangre y de agua. Y caminé por dentro,
El olvido no existe, es como deshacer una lluvia que pa… si gozaste cada una de sus gotas, mojaron tu pelo y tu rostro... la recordarás.
Tengo un poco de soledad, que Dios viste de horizonte, y adormece con milagros, el espíritu preciso, del poema. María Cayo.
De la piedra, no saldrá el sonido… ni de los bosques, un suspiro. Es necesario despertar a medio sue… y observar la necesidad del fuego, para ser luz o cenizas.
Hace varios otoños, que solté el único globo lleno de aire y suspiros que quedaba en mi mano. Se perdía suave y dócil
Resérvame un instante enlazado a tus piernas maduras, callemos el vacío de tu casa observaremos la mañana tan desnuda de soledad..
No era la inteligencia callada ni la temperatura de tus manos no recuerdo ninguna palabra no fue tu nostalgia, ni tu gato (olvidado en algún ropero)