Si estuviera a mi lado no podría
repetirte las frases que marqué
en la hoja cuarteada de ese libro
en que se ha convertido mi pared.
Si leyeras las cosas que te escribo
en las cartas que nunca te enviaré
y en el diario que sirve de testigo
del secreto que no te revelé.
Si algún día volvieras a mi lado
sonreiría sirviéndote un café
yo sabría el dolor disimularlo
pues contarte el secreto para qué...