Cuántos cuentos terminaron bajo su brillo,
corazones unidos en su calidez.
El tenue aroma de la noche
susurra en la brisa los murmullos,
el eco suave de un anhelo.
Veo tu sonrisa, la ternura en tus ojos,
y el impulso de rozar tu mano,
de cantar un verso y recostarme en ti,
mientras el mundo se detiene bajo un claro de luna.