Del libro Aquí no duele -50 poemas-, Buenos Aires, Ed. Vinciguerra, 2010
Como quien va a arrojarse al agua para llenar los márgenes dispersos y con la boca de fuego acorralar las ataduras de los brazos orgasmar el eco de la montaña
Sentidos y contrasentidos cada cambio de marea se mece siempre a solas entre escapar e insistir casi sin palabras.
Soñé a Ana soñando Praga plácido amanecer callejuelas adoquinadas de bruma. Ana camina reflejo de luz de farolas
Cemento vivo superpuesto sobre cemento y roca amalgama de cultura de películas conformadoras del espíritu de una… entre rostros de mil razas.
Aquel bosque filigranado de ausencias atrajo los recuerdos. La pausa del color despojó
Canciones nómadas soledades de sueños enrejados ansia de ese juego de personajes y otra vez dedo a dedo su mano enmanada en la de él.
Decidió tomar un poco de aire a bocanadas a manotones en realidad.
Las astromelias las gerberas las fresias los jazmines las hojas de la Santa Rita
Un enano que camina entre las somb… dice Paul Auster y la naturaleza humana nos precede y nos va a suceder. Donde luces disonantes
Es la verdad del agua el día que siempre ríe de mis labradas manos cortas y un eco distante en la piel espeja sólo desiertas burbujas
Vi a un hombre entrar al vagón con… leí al pasar en un titular encomil… en una pantalla en el subte y sentí en la piel que el cosmos se amplía en cárcel…
Toda la vida a la espera y sin saberlo. Y basta un soplo color aire apenas un leve movimiento de péndu… antes de su caída enramada
Huyen las distancias se hace necesario el retiro de las voces descanso adormecido en un hombro. Miles de puntos se unen en un todo
Tristeza disfrazada de sílabas transformada en insectos flores fluida agua clara aire azul de besos diáfanos. Mudas las manos cortas
A esa hora del ocaso la de antes de limarse la luz desde el mar usurpo la última fosforescencia la imagen de un arco crecido