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Make up a las 8 am

Pien, Sandra: del libro Mascarón de proa, Colección Enclaves, Edivérn, Buenos Aires, 2002

No lo puedo creer boluda
le dijo a alguien por teléfono celular
en el colectivo a mi lado
se quedó pegado
se colgó
se creyó la escena.
El
que es todo un hipócrita demócrata
un macho abusivo
dice de mí no importa si no tiene cabeza
ella es seudointelectual y le queda bien.
Invadió mi mundo
me impuso su estilo
me dijo sos mi musa
sos mi noticia.
Mi pelo mutante mi ropa ajustada
dice
son creación de él.
Cree no dejar nada librado al azar
controla se inspira
parece oler rock.
Y yo texturas brillantes
cuero negro y accesorios con tachas
colecciones de lápiz labial violeta
propuesta de cara purpurina
y cuerpo
al mejor licitador.
Debuté como top
en campaña casi política
vendí mis atributos
escotadísimios vestidos fashion
camaleónica víctima asesina de la moda
y un modelo a copiar.
Rubia castaña morocha pelirroja
rapado carré
con extendidos reflejos ondulados
cambios de look vacío para un nuevo disco.
Siguieron teñido colorado shock
raíces negras look dark
desparejo de fana.
Equipo de estilistas de
pelo suelto y lacio
economía digital.
Una extensión de la nada
en busca del ícono
para apropiarse él
de lo bello de mí
y de mi oís de mi goce de vivir.
No lo puedo creer
volvió a decirle
se quedó pegado
se colgó
se creyó la escena
cuando dije basta.
Y me dije basta.
Me miró mientras yo escribía mis apuntes
cortó y bajó del colectivo
en Plaza San Martín.
Sacó un rouge
en movimiento
nervioso
se pintó
de memoria
los labios
y caminó taconeando.
Tal vez
hubiera querido regresar
tal vez pueda
al rostro del origen
la mortal inmortalidad
sin espejo.

Preferido o celebrado por...
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