Mientras buscas en el mustio silencio
Esa música que yace en tu entrepierna,
Te deslizas por los surcos de tu cuerpo
Y te topas un laúd con seis cuerdas...
Donde tocas con la yema de tus dedos
Los acordes que desbordan tu esencia,
Transformando a tan agudo sosiego
En un ritmo que apacigua tus penas.