De «Un (casi) poema (malo) al día»
Para que los libros estén en todos los lugares.
animal de siete cuerpos contaminad… derrotados por la pérdida de sí mi… ojalá haya guardado en un cajón fo… y todas las pruebas de sus triunfo… para cuando sus hijos crezcan
duele mi costado algo sale de mi pecho soy yo en otro cuerpo
Uno de los dragones me chamusca la… el otro, simétrico, sabe quién est… llega hasta sus aposentos y se arr… Un dragón, huraño, me renunció mal… impiedoso en la lucha con los caba…
Aguas negras de color rojo que nad… Hacinamiento ulterior a la muerte. Igualdad de partes en partes desig… Restos remojados en espera de la l… Pictogramas de la colombianidad mo…
—¡Mira, una estrella fugaz! —¿Qué pasa con las estrellas fugac… —Que se debe pedir un deseo. —Ah… —¡Pídelo!
La noche en altas dosis envenena.
—¿Qué haces? —Intento arreglar algo que rompí —¿Juntaste los pedazos? —No. —Entonces aún no necesita arreglo.
Soy un animal defectuoso: escribo y leo, pienso y actúo. Pero tengo un problema mayor: el animal preferido de dios es el…
Desperté por mayoría de votos. Y…
La enemiga defunción te invita, pero no asistas a esa fiesta. Vete pronto a tu lejana villa, roe un árbol, dale una semilla.
No importa el lado de la puerta que nos vea. El afuera siempre está adentro.
despierto de un sueño extraño dentro de mi otro yo sembré a otro yo
luego de siglos haciendo versos
una buena palabra por verso