El papel deja de ser la congoja infaltable,

perdida en el sosiego un alma esta,

Aónides buscan lo que nunca fue encontrado,

divulgar secretos añorar verdades.

Pasado, presente, testigos de aquel óbito,

es la noche del ritual silencioso,

aquí esta y aquí estará siempre ami lado,

idolatra que aun palpita al escuchar su voz.

Son muchos pensamientos ilegibles,

el camino del pérfido es odiado,

la rosa blanca se tiñe de recuerdos.

El amanecer conoce el ermitaño,

entre palabras ruge la disonancia de la mentira,

en paz, todos conocemos el final