Cargando...

Sofía, el amor de mi vida

Hija menor, obediente
hasta  que ya no pude más.
Arrastrando impotencia
al ver almas pequeñas sin amor.
Temeraria  de fantasías.
 
Segura, cerca de ella
me siento segura,
desarmada y sin tapujos.
Ella me descifra cuando duermo,
me arropa con sus caricias.
 
Ella no habla con palabras.
Pero me abraza con su mirada.
Quisiera regresar
a cuando éramos
solo una,
para grabármelo
en el cuerpo.
 
Estar con ella es
tocar atardeceres,
el tiempo no avanza igual.
Me alegra compartirla
y ver como más vidas se envuelven
de algodón cuando ella se acerca.
 
Ella no reprocha;
su idioma es el silencio
y su eco la complicidad.
Lo que más disfruto
cuando me miro
al espejo es ver
vestigios de ella.
 
Siempre me hizo sentir grande
cuando yo me miraba minúscula.
Le han dolido las heridas de mi cuerpo
y aunque no ha sabido como curarme
se ha quedado quieta,
enviándome su fuerza  para celebrar
mi independencia.
 
Quisiera que cada ser
experimentara algo así:
compartir la vida con alguien
que comete errores y no se avergüenza,
que te toma la mano con la fuerza justa
para sentirte menos sola.
 
Somos efímeras
y tengo emociones encontradas.
Prefiero verla a los ojos
y sonreír una vez más.
Entonces dormir junto a mi madre
debe ser honrado
porque ella es luz y yo su resplandor.
Otras obras de Sofía Batres...



Top