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Irrealidad

Con la penumbra cobijada en el pecho
agoniza la fe y resucita el miedo,
entre tanto el instinto buscando un remedio matiene el débil latido,
patética mascara de sonrisa en la cara,
ocultando un detonador que es el mismo demonio vestido de ceremonia,
se acerca el desenlace, ya no queda irrealidad
y nada es cierto, no es un lamento, no es una queja mas,
es un grito de auxilio, es una demanda del alma
que no supo amar.

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