Defínete
07 ~ o5 ~ 2014
Soy ese engranaje de la cadena
que se agota
a veces se oxida
entonces chilla y se parte en dos.
Soy podrido, ese hongo
que se expande en el frutero
sin más fin
que acelerar los procesos con ansia
combustionando con el oxigeno.
Soy ese cuadro abstracto
que tiene miles de realidades
diversas
que cuestan descubrir.
Soy la boya mas lejana de la orilla
donde los niños tienen
prohibido llegar.
Soy la mano que acaricia
da masajes y aprieta,
que le cuesta soltar
muchas cosas.
Soy fuego,
la pasión viva
de las relaciones de complicidad.
Solo soy fuego cuando empiezan
luego soy ceniza
y limpio de gris.
También soy el rocío
que baña los campos verdes
y las flores
y por consecuencia;
los plásticos y los coches.
Soy el camino de atajo
el salvaje,
el que no está señalizado.
El de las piedras
las heridas
y los anocheceres
más solitarios.
Soy,
los labios que besan
y la misma mandíbula
que por la noche
se encierra
en su bruxísmo.
No soy, claro que no soy.
Este poema es fruto de la rienda suelta a la imaginación en un taller de teatro de la oprimida.
Madrid - Laboratorio Magdalenas.
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