Valquirias en la Calima ©2022 Tomás Osorio del Río
¡Alerta! De entre los hombres ha… que reniega de su especie; aquel que al ser humano no desprec… pero en sus rasgos difiere. Ha renegado de esta subespecie
Cualquiera sea la herida en ti la besaré. Tu dolo desharé con mis lágrimas vertidas. Cualquiera sea, cualquiera,
Cigarrillo sobre mis manos, cigarrillo sobre mi piel, ardiente me cicatrizas. Cigarrillo sobre mis manos, cigarrillo sobre el pulgar,
Si te escribo es por inercia, por su ausencia, por aquella impotencia propia de la existencia de una conciencia
Ya no siento la hipócrita necesida… ya no tengo motivos para regurgita… Quiero callar, aunque no deba. Debí armarme en el desarme, palabras quedan que yo sepa.
Diminuta entre mis manos es la piña, mi amuleto, y es que una vez fue piña y ahora es presa del fuego. Arrojada por la Moira
Al fantasma que atraviesa las paredes que la apartan de mi lado yo le pido que embelese la ternura que recibe
Cinco gatos en una bolsa, cinco en la losa, cinco en la fosa. En el agua cinco, sin el aire cinco.
Con la patita rota se acerca Baldomero, se acerca. Su pata en sangres mancha al gres de la terraza,
Hirviente besa la sangre en su ofensa pecaminosa al posarse sobre la carne desgarrada y tan sabrosa. Éxtasis quiso ser,
En las llanuras del toral, tras la posada, se avista un columpio en una terraza, donde los niños juegan
Si muero, no me importa, tú sonríe, con esos ojos, con ese brillo, ríeme al oído para poder escuchar
Arco y chelo en su fricción, resuenan tras la madera, curva sed de perfección, curva y hiel de sus anhelos. Sobre las rizadas cuerdas
El recuerdo de una botella, de calma tibia en alcohol, se arroja entre las querellas. Cicatriz labrada en familia, por niñas llorando a un cabrón
Estoy ciego, con los ojos arrancados por la crueldad del sin vivir. Oigo mi sollozo en otras manos. Me persigue ese ruido,