(1982)
#Españoles Ocaso 1982: De Poley en
A última hora, la muerte está muy… hay que sabérsela ganar.. La vid… deberíamos. ¿Y con quién? Porque se es fiel, se es libre. La vida no tiene más ideología que…
Sólo a mis amigos ignorantes debo… sabiduría. La sabiduría es inculta. Tan inútil es el oro como la sabid… ladrón.
Tú eres lo que soy sin ti. Y una voz de la calle sonó en mi i… estaba muerto. Cuando huyo, hallo. El ser no es Sustancia, es relaci…
Al volver de las rocas, donde sopl… y estrella el mar el agrio navío d… la prolongada queja de un tren lej… mi corazón rendido de pañuelos y a… Y si amo el instante que de ti me…
Antes de que se cierre la cancela… rasgue con su guadaña el estor de… hay un jazmín sombrío que aguarda… entre la celosía otoñal de una cit… Los muchachos que vuelven de la pl…
La verdad es la triste consecuenci… la mentira. La verdad no es fotogénica. Huir de lo falso no implica abraza… simplemente, huir.
Una carta, un poema, una música, u… ¿Cómo te apreso, cómo te amo o me… ¿Nuevas muertes u otras vidas? Re… a los gélidos féretros del verbo y…
Te amé tanto que, un día, abandonó… la cárcel de su cuerpo. Errátil, y… regresó a la morada que yo daba po… Mas no estaba mi cuerpo donde allí… sino el tuyo, vastísimo, como un t…
Decías que querías llevarme entre… —yo besé esa locura, yo la lloré y… como a un frágil lucero de amor al… casta palma y abierta que irradias… Y vi cómo la alzabas, cómo su luz…
Con discreta frecuencia, mi amiga la duquesa me solicita acrósticos o tiernas frasecillas para adular con ellos
¿Cómo he dilapidado tanto afán, am… ¿Por qué tejí poemas en días ya le… pudriendo de silencio mi voz? La i… de Penélope astuta cada vez me ale… más y más de lo único que importab…
¡Si a víctima me alzaras en la cruz de tus brazos…! Pero yerras y aún vivo y execro esa victoria
Si la tarde no altera la divina he… de tus oscuros ojos fijos en el de… de la luz que sucumbe. Si no empañ… la secreta delicia de tus rocas hu… Si nadie nos advierte. Si en noso…
Yo te amé en el silencio de la ign… que calla su tesoro de oro inacces… Y ahora que te canto —¡maldito sea… del amor que se canta!—, qué soled… qué insensata y agónica trompeterí…
Cuando hablamos de analfabetos no… qué alfabetos están llenos. ¿Notáis lo oscuro del lenguaje? Los dialectos no tienen dialéctica… al imperio de los idiomas.