Dogmas del amor mi alma hurgó,
sin percatarse de su consecuencia
y sin mi voluntad ni mi conciencia,
extraviada en sus misterios quedó.
Dejó de amarse para amar
y amó sin recato ni medida,
dejó de poseer para entregar;
De vivir... Para vivir otra vida.
Cambió orgullo por nobleza,
intolerancia, por ternura,
hizo del oprobio pureza
y la mentira, verdad pura.
Hoy tengo inquietud y ansiedad,
más no tengo paz ni tengo calma,
tampoco poseo señorío ni libertad
y tantas, pero tantas veces siento...
No tener corazón. Tampoco alma.
¡Oh Alma! Mira el Caos mío,
todo este caos por amar.
Sin pretender suspirar, suspiro
y hoy mis ojos... saben llorar.
Ya no eres tú porque eres ella,
vida de su vida respiro de su aliento;
No eres inédita, tienes su huella,
indeleble y fija en el pensamiento.
Este caos es apetecido martirio
y tortuoso el camino por andar,
un minuto de ausencia es delirio,
¡Pero qué supremo es amar!
Autor: Víctor A. Arana
(VICTOR SANTA ROSA)
Julio 12 del 2016.