#EscritoresChilenos
Yo no quiero la Patria dividida ni por siete cuchillos desangrada, quiero la luz de Chile enarbolada sobre la nueva casa construída. Yo no quiero la Patria dividida
Quién me iba a decir a mí, cómo me iba a imaginar si yo no tengo un lugar en la tierra. Y mis manos son lo único que tengo
Aprieto firme mi mano, y hundo el arao en la tierra hace años, que llevo en ella Cómo no estaré agotao? Aprieto firme mi mano
En tu cuerpo a flor de fuego tiene… un temblor de primaveras palomitai un volcan corre tu venas Y mi sangre como grasa tiene palom… en tu cuerpo quiero hundirme palom…
Me entregaron una pala que la ciudara pa’ mí que nunca la abandonara pa’ que la tierra regara. Despacito, despacito.
En mis pagos hay un árbol, que del olvido se llama, al que van a despenarse, vidalitay… los moribundos del alma. Para no pensar en vos,
Vidala, tengo una pena, te quise con mala suerte. Vidala, así es la vida, como pa’ querer la muerte. Mi sangre hubiera dado
Qué sabes de cordillera, Si tú naciste tan lejos Hay que conocer la piedra Que corona al ventisquero; Hay que recorrer callando
En el río Mapocho mueren los gatos y en el medio del agua tiran los sacos, pero en las poblaciones
Igualito que otros tantos de niño aprendí a sudar, no conocí las escuelas ni supe lo que es jugar. Me sacaban de la cama
Vengo cantando esta zamba con redoble libertario, mataron al guerrillero Che comandante Guevara. Selvas, pampas y montañas
Señores les contaré que yo el domingo me caso tráiganme cien esquinazos y madamas como flores yo tengo muchos licores
Cuchillo ‘e palo, platillo y loza. ollita de barro, sí le he comprado a mi cocinera.
Ya se inició la toma, compañero calla la boca, cuidado con los pacos, que pueden dejar la escoba. Sujeta bien al chiquillo,
Herminda de la Victoria murió sin haber luchado derecho se fue a la gloria con el pecho atravesado. Las balas de los mandados