María, abre la ventana y deja que el sol alumbre por todos los rincones de tu casa. María, mira hacia afuera

Soldado, no me dispares soldado. Yo sé que tu mano tiembla soldado, no me dispares. ¿Quién te puso las medallas?

En el valle de Pocuno donde rebota el viento del mar donde la lluvia cría los musgos vive Angelita Huenumán. Entre el mañío y los hualles

Esta el conejí comiendo lechú come que que te co mientras miras tú. (mientras miras tú)

Me entregaron una pala que la ciudara pa’ mí que nunca la abandonara pa’ que la tierra regara. Despacito, despacito.

Abre sendas por los cerros, deja su huella en el viento, el águila le da el vuelo y lo cobija el silencio. Nunca se quejo del frío,

Con el poncho embravecido y el corazón destrozado galopa nuestro bandido matando gringos malvados. Galopa con poncho rojo

El verso es una paloma que busca donde anidar. Estalla y abre sus alas para volar y volar. Mi canto es un canto libre

Las casitas del barrio alto con rejas y antejardín, una preciosa entrada de autos esperando un Peugeot. Hay rosadas, verdecitas,

La calle se me hace estrecha con la alegría que tengo, sin haberlo imaginado, cariño mío, te encuentro. Ir y venir luchando

Frágil como un volantín en los techos de Barrancas jugaba el niño Luchín con sus manitos moradas con la pelota de trapo

Partimos para una fiesta en mi yegüita rocilla, y le dije a mi negrita: agárrate Catalina. El perro de mi negrita

Igualito que otros tantos de niño aprendí a sudar, no conocí las escuelas ni supe lo que es jugar. Me sacaban de la cama

No me vengas con la historia de la… hace rato que te aguaito dándote v… Moscardón que pica y pica sin cons… se le acaba el zumbido y las lance… Si la montaña no viene anda hacia…

Qué sabes de cordillera, Si tú naciste tan lejos Hay que conocer la piedra Que corona al ventisquero; Hay que recorrer callando