Cargando...

Un chico como ningún otro.

Otro día más, en el que me sumerjo en mi propia miseria.

Otro chico más que conocí. Si, otro más, cuando creí que sería igual que todos me demostró que no, me recargo las energías simplemente con abrazos, esos abrazos que tanto quiero y necesito, de esos que despiertan la dopamina y la oxitocina natural del cuerpo. Pasamos el mejor sábado de mi vida.

Exploto mi pecho de emocione y no tuvo que desnudarme, toco esa coraza en la que escondí a mi corazón hace mucho tiempo, esa misma que puse justo ahí para que nadie más irrumpirá en ella. Hasta que el llego, tan físicamente parecido a aquel monstruo del que me libre hace casi dos años, pero tan distinto a la vez. Sensible, noble, atento, super desintereso y sumamente amoroso. Recostada en su pecho, podía escuchar su corazón latir y de esa manera el mío se coló en esa sintonía, de tal manera que juraría que sonaba como uno solo. Hubiera dado todo con tal, que el mundo parara justo en ese momento, en el que me abrazaba y me sentía segura. No sé si algún día lo sentí, pero eso es lo que quiero para el resto de mi vida. Le mostré ese lado de mí que construí, y creo que talvez no fue lo correcto, ese chico tan bueno que trajo distintos chocolates porque no sabía cuál era mi favorito, hoy se escapa de mis brazos. Ese chico que me regalo momentos de felicidad se esfumo, como mi esperanza de volver a sentir eso que pasaba por mi cabeza mientras escuchaba el latir de su corazón junto al mío.

¿Que fue todo esto en realidad? Una versión totalmente distinta de aquel monstruo que rompio mi corazon, o quisas la señal para un nuevo comienzo? Por que si es esta ultima, yo misma cabe la fosa en las que quedaron estos recuerdos.

Fueron tan hermosas las horas que me regalo, aquellas en la que volví a sentirme viva, y podría llegar hasta decir AMADA, pero nada es para siempre, la frase con la que la vida nos abofetea y nos despierta haciendo que veamos la realidad tal y como es, y así nuevamente, mi corazón siguió latiendo solo, a su propio ritmo, desprotegida, (como si hubiera algo de que protegerme) y anhelando volver a sentir esos brazos radiando los míos, aunque sea una vez más.

Dos días después de tu partida, sigo escribiendo en la mesa de mi cocina junto a mi té, y lo que quedo de tu croissant, ese que pedimos solo porque traía Nutella, sigo recordando esos momentos aquí, en estas cuatro paredes en las que fui tan feliz con tan poca muestra de cariño, y llegue a la conclusión de que el problema soy yo. Intento buscar a esa persona que me rescate (como si necesitara que alguien lo hiciera), Que me ame como nadie más, (como si yo no me amara lo suficiente), ¿entonces que es lo que hago con mi vida??  acaso no voy a encontrar a nadie que me ame con la misma intensidad que yo puedo amar? ¿Ese es el castigo que debo pagar por algún mal de la vida?

Estos serán los últimos versos que te dedique. Entre estas líneas queda explicito todo aquello que necesitaba sacar desde el fondo de mis entrañas, definitivamente, te perdí, aunque nunca fuiste mío. Debo dejarte ir, pero cada segundo sigo recordándote en cada rincón de mi casa, y solo voy a decirte gracias, por recordarme como es sentirse enamorada, segura, protegida como las princesas cuando son rescatadas del castillo del dragón.

Hasta pronto, y ojalá la vida nos vuelva a cruzar, ojitos color sol..




Top