Despierta, tierra mía, despréndete del manto de sombra y deja que el alba estalle como un cántico de espigas abierta… Que la luz camine descalza
No apartes la vista, revuelve con calma, deja que el sueño se funda en la salsa. Pon la mesa,
En la esquina gris del patio frío, se esconde un niño de alma herida, con su sombra juega al desvarío, con su pena canta sin medida. Nadie escucha el eco de su risa,
Madre Santa, pura y buena, madre de Dios verdadero, estrella de luz serena, guía del mundo entero. De tu vientre floreció
Despierta, tierra mía, que la luz deshace la penumbra con su canto, y el día se derrama, suave y blanc… tejiendo su verdad sobre tu cruz. Que brote la esperanza en cada esq…
Bajo el sol de media tarde, en la plaza de Sevilla, la torera Valentina se enfrentó con sangre altiva. En sus manos, el capote,
Para hacer una mermelada que brille como el sol, busquemos siete colores ¡y un tarrito de algodón! Primero exprimimos el rojo,
Desde lejos tu luz fue mi sendero, en tu risa encontré la melodía, te miraba danzar en lejanía, sin saber que tu aroma era sincero… Cada paso me hizo prisionero,
Bajo un cielo teñido de nostalgias… donde los ecos no saben callar, yacen memorias de audacias gastada… de sueños que nunca quisieron dura… La risa furtiva, la mano que tiemb…
Es fuego entre la sombra, misterio… un eco que resuena por cielos anda… es grito en la garganta, dolor que… un duende entre las flores y en lo… Es luna que desvela lo arcano de l…
El viento cambia todo en su camino… deshace las verdades que abrazamos… los gestos y promesas que forjamos se quiebran en su soplo repentino. El valor, que aparenta ser divino,
Hoy desperté con el peso del tiemp… no porque los años me hayan llamad… sino porque anoche soñé que era joven. En el agua vi un reflejo fugaz,
En la brisa va mi canto, como el río en su rumor, vuelve y vuelve su dolor, como el eco de un quebranto. Lo que amé quedó en encanto,
Sean tardos para airarse, que la ira nunca llega sola; trae consigo palabras filosas, heridas que ni el tiempo borra. Sean tardos para airarse,
Cada nueva mujer es un deseo, no de piel ni de carne, sino de historia, de mundos posibl… de caminos que nunca recorrimos. Es un reflejo de lo que fuimos,