Aún me habita el temblor de tu car… ese roce fugaz, casi dormido, que en mi costado abierto y encend… dibujó con silencio su delicia. Te recuerdo sin prisa, sin premura…
En la mesa reposa un tazón brillan… la crema se alza con toque divino, suave y blanca como un manto elega… de dulzura perfuma el aire fino. El coco se teje cual nieve al pasa…
El tacto de la luz me despierta, dura, afilada, como acero templado… araña mi piel que tiembla al filo de una sombra que respira. Gotas de viento me atraviesan,
Blanca es la nieve La estrella guía, en noche fría, cielo reluce. Amor traduce
Rozarte es danzar sobre el filo de una ola en un mar indómito
La alegría es pena que se va y se queda, es dulce cadena que el alma remeda. No existe en la vida
En los pliegues del viento, duerme la tinta dormida, susurros de un tiempo ido que el alma nunca olvida. Las letras, aves sin nido,
De la mesa soy goloso, no lo puedo ya ocultar, que en la vianda hallo el gozo que otros buscan sin cesar. Un buen queso bien curado,
Virtud que al alba descalza camina… sin joyas que empañen su pura doct… La carne, nacarada por la luz prim… es cántico mudo, ofrenda sincera. ¿Qué harían los rubíes en tu piel…
Una flor blanca en el llano despertó con la mañana, y al sentir brisa temprana extendió su débil mano. “Viento suave, luz lejana,
El poeta es pan amasado con las lágrimas de su madre, fermentado en noches de vigilia, horneado en el fuego de su voz. Antes de pronunciar versos,
Hoy me metí en una dieta estricta, sin pan, sin pasta, sin pizza frit… Solo ensaladas, cosas sin grasa... ¡Y un humor de perro que nadie agu… El desayuno fue un té con chía,
Del amor surge la lumbre, centro y llama de la vida, luz que, en aura esclarecida, vence sombras y costumbre. Dulce néctar, fiel vislumbre
El cielo te sonríe con mágico fulg… y el tiempo se arrodilla rendido e… Amalia, en tus ojos destella un vi… un faro que ilumina tu nobleya y t… Treinta y dos primaveras se visten…
Un caracol muy viajero, con su casita en la espalda, salió a pasear por el prado, siguiendo la luz dorada. —¡Qué grande es el mundo entero!—