Victoriano Crémer

Canción para dormir a un niño pobre

Ángeles con espadas
custodian el aire.
Un toro de sombra
mugiendo en los árboles.
 
—Madre, tengo miedo
 
del aire.
 
Mira las estrellas.
Aún no son de nadie;
ni son del Obispo
ni son del Alcalde.
 
—Madre, quiero una
 
que hable.
 
Patitas de cabra
siguen vacilantes
al osito blanco
de la luna errante.
 
—Madre, quiero un oso
 
que baile.
 
Pandero de harina:
lana en el estanque.
Las cinco cabrillas
sin cesar, tocándole.
 
—Madre, se me hielan
 
las carnes.
 
Floridas de escarcha
ya son como panes.
La aurora las dora
y acorteza el aire.
 
—Madre, no te oigo.
 
¡Tengo hambre!
 
¡Uuuuuuh!... Duerme, mi niño,
que viene el aire
y se lleva a los niños
que tienen hambre.

De Nuevos cantos de vida y esperanza, 1952

#Españoles #1952

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