#Chilenos #Mujeres #SigloXX #Suicidio
Una naranja me dieron, a mi dos me la quitaron, entre tres la arrebataron, cuatro por mí se opusieron, cinco la vida rindieron,
Huyendo voy de tus rabias temiendo de tus enojos, llorándote a cada instante cansados traigo los ojos. Cansados traigo los ojos
Anoche bajó del cielo el astro más reluciente, el resplandor que traía me iluminó de repente, el resplandor que traía
Estaba la mora, estaba, entre la paz y la guerra con su dos hijas queridas Blanca Flor y Filumena. El duque don Bernardino
El joven para casarse siempre busca bonitura, con la soberbia que tiene yo lo dejé en la basura. Huichi huichi que sí, que sí,
Llévame de aquí, vida mía; llévame de aquí por piedad. Llévame que tengo más honda l’heri… la que me dejaste al partir, ay ay… Por la mañanita, pañuelo blanco,
Tan demudado te hei visto que no me querís ni hablar, lo que me das a entender que me querís olvidar. Cuando llego y te saludo
Yo no sé por qué mi Dios le regala con largueza sombrero con tanta cinta a quien no tiene cabeza. Adónde va el buey que no are,
Ya me voy a separar apiádate, corralero, pero tú, precioso cielo, me has pagado con vengar. Yo tengo seguridad
A mi casa llega un gato, pero es un gato decente, pero es un gato decente. Si yo le tomo la cola al tiro muestra los dientes.
Anoto en mi triste diario: «Restaurán El Tordo Azul». Allí conocí a un gandul de profesión ferroviario. Me jura por el rosario
M’hijito: llegaste al mundo en hora muy principal. Ya redondeaste un año, yo te vengo a saludar. Que se sienten a la mesa
Cinco noches que lloro por los caminos, cinco cartas escritas se llevó el viento, cinco pañuelos negros
A verte vengo esta noche, por no venir de mañana, si quieres saber quien soy, abre tu puerta tirana. Abre tu puerta tirana,
Quisiera tener cien pesos pa´ buscarme un amorcito, porque de balde no hay caso que me quieran un poquito. Quién tuviera, señores,