Avidez
¿En qué mundos estabas?
¿De qué orbe venías?
¿Por dónde te cruzaste?
Te parecías a los días amanecidos con sol
(rosa esperando a ser derramada )
Férreas certezas
cómo de mi se fueron.
Llegaste a saciar la ávida sed.
Abriré todas las esclusas,
me siento vencida
tocada vibro.
Tocada soy, toda me doy.
Más yo, más intensa,
sed infinita, nítida ráfaga
mis sentidos abrasados
te llamo afanosa.
Inundada de aliento
tus labios apresurados de siembra
fascinada de excesos,
la misma rosa apresurada.
Que nadie diga nada,
que nadie rompa este instante
que nadie diga:
aquí se desvaneció el verso.
Que nadie diga,
el beso se hizo agua
y las caricias viento. Que nadie diga:
“aquí se murió el amor”.
