Avanzo contra el mundo
después de atravesar páramos, desiertos,
jardines, paraísos.
Luz, oscuridad;
una revela, la otra esconde.
¡Cuidado! ¡Cuidado! Con lo que asemeja al amor.
Hay una guerra ahí afuera,
una guerra sorda:
sin cuartel,
sin estruendos,
sin disparos,
sin ejércitos.
Emboscadas en los recodos de la vida,
trincheras socavadas
en las profundidades de los corazones,
quietos, impasibles
qué dramáticos y vacíos destinos,
cuánta perseverancia en acumular arrogancias.
El mundo supura
de tanta herida.
¡Quién pudiera inventarlo de nuevo!
¿En qué región, en qué vasto paisaje, se esconden los soñadores