Diciembre /03/2014
#Tanka
La calle está vacía. Es noche oscura, sin luna. Solo veo las luces
Corro sin cesar y el rugir del viento me golpea. Los sauces implacables y desafiantes,
El pajarillo, entona su tristeza. ¡Desde la jaula!
La mentira y la verdad, suelen ser o no creíbles. Todo depende del momento en que se digan.
Las hojas secas se pierden junto al viento; ¡Adiós otoño! Y pleno de aire gélido llega el cálido invierno.
Para mí, “el paraíso” puede ser, simplemente, apoyar la cabeza
Amo a la brisa, quiero abrazarla siempre. Mis brazos sufren en el intento y caen desolados, vacíos...
La vieja mecedora, languidece en u… “Todos la miran y nadie la ve” Ni siquiera con el aura de recuerd… Aquella vieja mecedora arropó a mu… Fue testigo y confidente de alegrí…
La lluvia moja, cala el alma, la piel, turba mi mente. Siento el jugueteo húmedo que viene y va... y se seca.
¿Habéis pensado alguna vez que cuando nacemos somos ricos? La riqueza no se mide en dinero, se mide en tiempo, que es, el que en definitiva,
En soledad el eco del silencio anida en mí.
Olor a lluvia, soledad aparente. ¡Cantan las aves!
Esas niñas mías que tanto amé. Esa entrega incondicional y transparente,
Lo irrealizable, lo imaginario o lo fantástico, es una posible utopía. Para mí,
Frío en La Habana al sentirse la brisa del malecón.