Miranda. Mi nieta
Marzo /04/2016
Fueron tus manos, incansables y férreas parando el tiempo. La Odisea de Ulises tu consuelo final.
Sus risas, llantos y carantoñas son inagotables. La dicha de tenerlas enriquecen mi vida.
Y yo aún aquí, mientras canta la alondra y nace el día.
Regreso como cada día por esa calle tan habitual, siempre a la misma hora, como inevitable rutina a la que nos somete la vida. Encima de mí, un cielo de invierno donde no se oye el cant...
... Pero, me encanta oír cuando me llaman mamá, me enorgullece ver bailar a mi nieta, jugar con mis pequeñas y escucharlas decir “abuela”. Disfruto paseando a mi perro y anhelo en la p...
¿Qué es ese velo que oculta tantos… ¿Esa prenda llena de misterios que… ¿Es un manto sensual y transparent… formas, colores, rizos, canas, tristezas o alegrías?
¡Dios! me arrepiento, a ellos pido perdón, Tú, ¿me ayudaste? Fui tan frágil, tan débil sobre todo, tan sola.
Noche de insomnio, gotas de agua que caen. ¡Quiero dormir!
Soñaba con conocerles les sentía muy hermosos, con anhelo de tenerles entre mis brazos ansiosos. Mi vientre oscuro y silente
¡Qué no te mientan...! ¡Qué no todo son rosas! Tampoco espinas.
¡Cuantas historias! Una mirada así, lo dice todo.
Su rostro pálido y curtido con profundas arrugas, endurecían su semblante, poniéndole una máscara a su realidad. Cada día, reunía los céntimos recaudados para tomarse un café en el bar ...
Por densa selva, vuela sobre su sombra, un colibrí.
Olor a lluvia, soledad aparente. ¡Cantan las aves!
Todo seguirá igual, como la vida al desplegar su curso, que imparab… solo guarde mi imagen conmovida o un recuerdo fugaz e imperturbabl… Cuando ya yo no esté, vendrá el ot…