Nueva vida latía en su interior. Su juventud extrema, arropaba su vientre

Fueron tus manos, incansables y férreas parando el tiempo. La Odisea de Ulises tu consuelo final.

Por densa selva, vuela sobre su sombra, un colibrí.

¡Cuantas historias! Una mirada así, lo dice todo.

Su rostro pálido y curtido con profundas arrugas, endurecían su semblante, poniéndole una máscara a su realidad. Cada día, reunía los céntimos recaudados para tomarse un café en el bar ...

Delgados troncos atrapan a la luna en fiel abrazo. Tierno y leal cobijo a esa luz entrañable.

Y yo aún aquí, mientras canta la alondra y nace el día.

En hoguera de melancolía hundo mis manos, y comienzo un intenso conjuro entre mi alma y yo.

—Acércate hijo, ven, pon tu manito en mi vientre. Aquí, mira, aquí dentro está tu he… ¿Vamos a dibujarla tú y yo? le dije dándole un beso.

El miedo late, golpea por doquier, escuece y arde. Irrita los sentidos, desvanece la vida.

La lluvia moja, cala el alma, la piel, turba mi mente. Siento el jugueteo húmedo que viene y va... y se seca.

¡Pobre Arlequín! lloran tus ojos… aunque en tu rostro exista la sonr… sólo es tuyo el lamento de la bris… que con amor y gran ternura vistes… ¡Tú, mi Arlequín! que escasamente…

Las cuatro décadas de tan hermosa niña, suman otoños.

Marinero de aguas mansas y profund… tu vida corre como corriente fría, entre olas, cielo y mareas vagabun… que se hunden, vienen y van con fa… Marinero que bajo ese sol faenas,

¡Linda es la vida! En un mundo de penas, siempre habrà flores.