Que mal andaría el mundo si todos fueran como yo.
Si también para ellos, la palabra fuera lo más importante
Si considerasen la lealtad el mejor de los dones humanos
si les gustase más el whisky, y menos las discursiones
Si cada vez que estuvieran tristes, escribiesen un par de canciones
sobre la vida
a la soledad.
Que desastre de humanidad sería si la gente siguiese mis pasos
si pudieras comprarles con tres simples versos
si dijeran las cosas por delante, en lugar de por detrás
si en vez de tanta verborrea barata fuesen más al grano
y dijeran lo que sienten sin ni siquiera pestañear.
Y amasen como si fuera la primera vez…
cada cinco minutos
cada tres segundos.
Que mal le iría a la sociedad si me dejaran adoctrinarles
si vieran que el todo puede al uno
que todo en el mundo es posible si se pone empeño
que la vida, como dijo Calderón, es solo un sueño
y soñar
todavía
sigue siendo gratis.
Pero en fin, qué mal le iria a la humanidad si todos fuesen como yo.