Es un reto erigir en tu ser
la cumbre más alta de mis manos,
donde los días se visten de piel
y las noches arden en fuego eterno.
Esculpir tu silueta
en el tiempo indomable,
hallar el secreto escondido
en los pliegues de tu misterio secreto.
Es un reto descifrar el lenguaje
que guardan tus labios en su quietud,
donde la caricia no promete,
pero al rozar, renace el mundo.
No hay obstáculo que no sucumba
ante la fuerza volcánica de esta pasión.
Y cuando conquiste tu amor y florezca en tu entrega,
será el triunfo de lo imposible,
la epopeya donde el olvido se rinde en mi abrazo.