Déjame
alargar este instante y embriagarme
con la luz de tu rostro angelical.
Déjame
respirar tu aliento y entregarme
a la brisa que vuelve inmortal.
Déjame, amor, sucumbir en tus besos,
beber de las estrellas su fulgor,
y en versos forjar los más puros excesos,
grabando en la noche mi eterno ardor.
Autor: Wcelogan