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El Inicio de la Creación. Capítulo I

Divine Kingdom of Æl: The Occultist Pact of the Heart.

En el inicio del todo hace mucho tiempo... Antes de que toda sociedad existiera siquiera existió una oscuridad montuosa y nebulosa... Una luz antes del todo... Un ser que en el todo de si mismo donde habita y es aquella pacifica como gentil y silenciosa musical  como universales tinieblas y luces de su propia existencia. En ello un día decidió abrir los ojos y despertar, desear verse aunque con los ojos cerrados ya era mas que suficiente puesto que todo ya estaba allí. Pues el espejo al cual mira ahora es solo un espejo que reflejan otros espejos los cuales reflejan los espejos que lo miran a él. La realidad es solo un espejo y todo lo que en el habita y vio como sus manos blancas, luminosas y pálidas contrastaban las nebulosas negras de su propia mente y entendió que el negro y el blanco, que la oscuridad y la luz de su mente existían en si mismo como lo existe en la existencia misma que vino de él, el mundo y todos los mundos son un lienzo negro donde escribir y crear con letras blancas como el color de mi piel o con letras rojas como el color de mi sangre o ambas y así como se miraba también veía al verse que podía crear en su mundo universal por siempre y para siempre... Mientras veía con sus ojos chispeantes y con eterna vida lo que por su propia libre voluntad empezaba a crear con lo ya creado de su existencia autónoma... Aquellos ojos que movían las nieblas eléctricas que él amaba afuera o adentro pues adentro es afuera y viceversa, sus ojos abiertos estaban aunque estuvieran cerrados... Y sus ojos mas abiertos aun estaban cada vez que sus nebulosas moviéndose andaban creando lo que seria su posesión así que como uno se posee a si mismo... Aunque los tuviera los ojos entre cerrados y sus ojos que aun radiaban despiertos en aquella escena donde unos ojos se abrirían y despertarían del gran letargo, del gran sueño profundo soñolientos. Y así palpitaba la vida del cosmos sin descanso y en descanso vivo... Y mis dedos deterministas del destino escribían y se movían una vez mas al fin para comenzar a decidir la dirección del mundo y la creación... De su propio cuerpo produjo seres y semillas en un planeta blanco y precioso que el mismo extirpo de su cuerpo y raíces aladas donde entonces nacían del suelo de ese mundo y su sangre les dio de comer y el planeta se torno blanco y rojo como él. Los mares son su sangre y las venas del cuerpo de este astro serian el sistema circulatorio de este cuerpo celeste, bañados en su eléctricas conexiones internas de esta estrella lujosa y rica en sustento. Arboles frondosos y vegetales nacieron dando a si a las mejores frutas del mar rojo mismo así como hubieron y nacieron nuevas vidas creciendo de este océano profundo. Al ver como crecían nuevos seres en el mundo de su mundo se deleitaba impresionado de si mismo al ver y disfrutar de los cantares de estos, de su propia creación...  él dios podía escuchar sus cantos y sus rezos de criaturas marítimas de las mas curiosas, unas ondas bellas pero estruendosas que le recordaron a si mismo y sus propios cantares y su propia lengua... Así como son los truenos y relámpagos y electrizantes sensaciones corporales que el mismísimo cosmos produce al extenderse día a día, de mi mente, de mi ser, de una mente sin limite de paginas al son de mi mente solipsista.

Entonces él para ver mas de cerca su mundo y descubrirse mas a si mismo y lo que habitaba en si, el gran gigante cósmico y divino monstruo trato de crear su propio ser de si mismo encima del planeta para gobernar ese planeta pero en en el tamaño de los seres del lugar... Como los seres que le vitoreaban y llamaban en rezo para poder caminar y nadar con él en el planeta, volar en el, gozar en el... Juntos. Este ser tendría la consciencia de dios en el planeta. No podía reusarse ante el llamado de sus propias criaturas pues las sirenas vampiro inmortales que gozaban bebiendo la sangre de su corazón y que lo llamaban constantemente con unas palabras extrañas que decían o que en otras palabras son las palabras de nuestro propio corazon llamándose y soñándose y viviéndose despierto, donde cantaban y alababan con firmeza y pasión algún nombre para el dios rey del cosmos .

Seres marítimos y sirenas: Æl! Æl! Æl! Venid con nosotros! bajad del cielo! y nada con nosotros, vuela y corre! Canta, baila y juega! Come, salta y crea! Mata, vive y destruye si deseas! Como el todo que haz creado, haz todo, aquí con todos. Æl! Æl! Æl!. No hay mas apto y fuerte que tu para liderar!....– Decían y cantaban con los brazos alzados esperanzados a la luz radiante y extraterrestre que veían en el cielo rojo y translucido que venia hacia ellos como un trueno y relámpago eterno.

Y así canto su nombre la deidad el nombre que recitaban al verle en respuesta como un eco, como un espejo y los seres del mar y los océanos escarlata escucharon por primera vez su voz diciendo:

Dios Rey Æl: Yo soy Lord Æl... El Eterno e Invicto Inmortal Dios Rey del Todo y Todos....– En lo cual en tal épico acto, Æl escogió su nombre del canto de los mares que se referían al todo imponente y que mejor nombre si Æl es lo único existente, Æl significa todo.

Los seres marítimos quedaron estupefactos, hasta con miedo y en silencio ante tal grave y bella voz con potencia que venia del cielo, asombrados y concernidos pero fue breve el silencio cuando de los nervios y excitación y alegría gritaron no de llanto u horror pero de alabanzas en fiesta, celebrando y vitorearon con alegría, vigor y sin descanso hasta el cansancio y con felicidad durmieron para despertar un día mas en las aguas del mar escarlata carmesí y el cielo translucido del dios que se intereso en ellos pues en parte son de su propia y misma fuente... Los seres sabían en sus corazones que la misma sangre corría en ellos y Æl correspondía a su propio espejo, él es reciproco consigo mismo.

Lord Æl para no distraerles trabajaba mejor de noche cuando las nebulosas espaciales apagaban el cielo rojo a fosforescente y así realizo su creación mas preciada en uno de sus días nocturnos favoritos pues la noche soy yo en su totalidad así como el día... Un ser que compartiría la misma mente, su misma consciencia pero viviendo con ellos y este seria su segundo yo que se contactaría con su altísimo ser así como el altísimo ser se contactaría con el pues comparten el mismo espíritu... Él seria el encargado de explorar el mundo, vivir este mundo y verlo como las demás criaturas lo ven pero siempre sabiendo lo que las demás criaturas no saben. Así paso el tiempo y los años mientras los seres vivían, se reproducían eternamente sin morir como el muchacho divino y crecían nuevas formas de vida y criaturas diferentes pero todas al compás del dios rey... Pero este ser, el ser en la cúspide de su castillo sin fin permaneció sin morir así como sus criaturas, eterno y vivo por siempre con ojos rojos sangre latentes como una fusión entre fuego y sanguinario en su iris y el mundo era como él, bello y blanco era su tierra como su piel y sus huesos y las nubes rojas llenas hacían llover su sangre para sembrar los prados y la nieve rosácea y los ríos encarnados de su mundo, su pelo negro y largo ondulado como las neblinas de la oscuridad del espacio sideral y muerte eterna de la noche del abismo y él como su gente eran la raza blanca alada divina, divina luz misteriosa, iluminados con vida eterna, así en la dualidad de su ser representaba ambas cosas, de tal palo tal astilla y así como es arriba es abajo... Por no decir todas las cosas existentes pues eran solo semejanza de él mismo, el verdadero Dios y así él se encuentra soñando un gran sueño, soñándose a si mismo y despertándose en si mismo para disfrutarse como se disfruta a si mismo en sus sueños... Y solo despertaba en ocasiones de los ensueños, ensoñaciones y quimeras divinas que seguían creando constelaciones y multiversos, espacio tiempo y todas las dimensiones y soles bombeantes de sangre vigorosa... Y a pesar de los miles y millones de años que su cuerpo tenia, tiene la sabiduría mas grande que ni ancianos ni adultos podrían tener la ambición de llegar a usar y aun así su cuerpo era todavía el de un joven adulto, hermoso y perfecto.

Al viento de las olas sangrientas chocando contra las rocas y tierras blancas y al atardecer eterno o crepúsculo eterno los ropajes de una muchacha se remecían y ella miraba el cielo con una sensación de nostalgia y sonreía con cuidado guardándosela para si misma.

—El castillo esta cerca puedo sentirlo en mi corazón... Solo aquellos que confían en él y han jurado lealtad eterna pueden verla o puede aparecerles y su imponente vista e impresionante dimensión es de otro mundo. – Eh estado aquí antes... Lo sé y sé que volvería siempre... El castillo conocerá y sentirá mi corazón y si mi corazón es insincera el castillo no aparecerá ante mi, ni él ante mi presencia– Decía ella para si misma recordando su pacto oculto.

El terrorífico como grandioso y de esplendida arquitectura divina, un castillo de un oscuro color combinado también con blancos como los agujeros negros del abismo espacial que absorben toda luz apareció ante ella como un fantasma que solo tu puedes ver, una aparición para quien lo merezca, solo quien este a la altura, una de una mente claramente alienígena y distinta... Todas sus luces interiores y exteriores eran rojas radiantes y su construcción llena de estatuas de sus criaturas del planeta Alipso, del planeta de ella, el primer planeta de todos, que nacieron del cuerpo de Dios, de él en sus honores y en honor al Dios constructor del rascacielos mas alto del mundo, mas alto y gigante que cualquier montaña, toda cordillera y volcán se quedaba diminuto ante tal poderío infinito y sin fin que a su vez ella si bien le encantaba todo lo que él hacia pues para ella todo lo que hacían los demás era increíblemente aburrido en comparación, ella lo veía a él inmensamente mas grande que incluso sus hermosas construcciones y que sus hermosos mundos y criaturas, incluso mas que ella misma, él para ella era y es lo verdaderamente maravilloso y la fuente de todo, era una chica que le gustaba llegar a la ruta y raíz de las cosas y en la gran realidad solipsista donde ella habita, él lo era y esa fascinación e incluso mas que eso hizo que tratara de encontrarlo pues encontrarlo era encontrarse a si misma.

–Me encuentro en el piso ciento noventa del castillo... Decía ella narrando...  – Y desde aquella zona me dirigí hacia los balcones del rascacielos que daban hacia las afueras... Ah!... Las bellas alcobas marmoladas donde se puede apreciar la majestuosa vista y disfrutar allí en una romántica velada o una deliciosa comida diurna las maravillosas y tenebrosas nevadas rojas y sangrientas del invierno, sentir la luz del rojo sol de sangre hirviendo calentando nuestros cuerpos en verano, un sol que nunca muere y siempre sigue reproduciéndose a si mismo, ver y observar las montañas blancas de frutos plateados y rojizos cayendo del otoño como también del florecimiento de estas en primavera... Vistas de prados pulcros de toda índole se podían encontrar en nuestro territorio, desde aquí me asome en la planta que es ni siquiera un cuarto de toda la construcción de aquel colosal monstruo conectado a la estación espacial del reino afuera del planeta donde las naves intergalácticas del imperio y del divino reino de Æl resguardaban el planeta de cualquier peligro y además listas siempre para explorar el cosmos puesto que el castillo era una nave espacial en si misma a la vez para sus privilegiados habitantes pero aquí es donde se encuentra el trono dorado del rey dios y su recamara donde él duerme y también donde él conversa con sus aliados y aliadas en tal mesa de abstracta forma en reuniones publicas y privadas donde los legendarios cuentos de antaño si es que alguna vez existieron o a alguien se le hubiese ocurrido crearlos quedarían en ridículo ante tal grandeza de nación y arte arquitectónico en comparación, tal obra de ingeniería y diseño psicodélico, extravagante, bohemio, excéntrico, excelso, un faro de luz gótico trascendental de evolución y avance en la oscuridad del espacio sideral nocturno y a la vez una oscura, siniestra y sombría edificación llena de lúgubres y macabros secretos ocultos en la luz del día, una maravilla que no se puede comparar con ninguna otra región de ningún otro mundo por su obvia y evidente superioridad y que evidentemente yo amo y adoro. Se mantenía narrando extasiada... y Mencionaba ella elocuentemente... La muchacha viajera que lograba desaparecerse siempre como un fantasma de su familia y conocidos y todos... Como si nunca hubiese estado allí en misiones encomendadas por su rey dios y a cualquier rastro de peligro y riesgo ella podía entrar al castillo por su evidente lealtad y respeto a su amado no importando el lugar o la región. Aquí ella estaba a salvo y este su único hogar.

En el momento en el que alguien dejaba de ser leal aquella persona era expulsada o expulsado del castillo inmediatamente y no podría entrar mas y al igual que un fantasma el castillo desaparecía no importando en que piso estuvieras por lo tanto la estadía en el castillo era completamente responsabilidad de quien hubiese podido tener el privilegio de entrar alguna vez, de al menos haber podido entrar alguna vez, era recomendable aprender a volar pronto puesto que si caes de tanta altura se dudaría mucho que se pueda sobrevivir ileso a la caída y solo los habitantes tenían el poder de volar siquiera.

Dios Rey Æl despertaba en ocasiones después de años, siglos o milenios y poco a poco abrió sus ojos con su iris llameante; El Dios como un niño se frotaba los ojos y miraba sus manos por horas como si con solo ello mundos y destinos se forjaran y así era y es los hechos de la verdadera verdad; Sus frondosas mantas, almohadas y colchones eran las olas del universo oscuro y frondoso... Y las estrellas y el fuego de los soles le cubrían del frio del espacio profundo.... Se levantaba de un salto y flotaba y se desplazaba volando entre los pasillos del castillo con gracia y su ceño estaba serio y casi sin expresiones, con cara de sueño al principio pero luego un rostro tenue y equilibrado; Él sentía las presencias de los que lograron entrar al castillo pero primero se dirigía al laboratorio medico donde los hijos e hijas creados de su propio ADN, genética y biología nacían de él y él les daba la bienvenida al mundo, los hijos e hijas nacidos aquí del rey dios eran distintos a los inmortales y vampiros de afuera del castillo que si bien eran vampiros que no morían por la luz del sol pero si podían morir al ser llevados al mundo del abismo y hasta vivir con penurias como si sufres un accidente o una enfermedad pero los semi dioses del castillo eran inmunes al poder del abismo y sus poderes eran muchísimo mas grandes, a estos se les llamaría y todos los habitantes del castillo y del divino reino... Dioses o granpiros por las criaturas afuera del palacio pero Alipseistas, Alipseanos, Alipsos o Alipsas era y es un nombre mas correcto y estos seguían al pie de la letra los mandamientos de su propia religión y filosofía de victoria eterna llamada Alipseismo... La noche radiaba preciosa por las eternas lunas de sangre y así con los años ciudades enteras fueron habitadas por los hijos e hijas del castillo y ellos crearon sus propias ciudades y pueblos donde vivir afuera de este y serian los dioses de estos nuevos reinos al nombre de su padre... Cada una de ellas con una arquitectura de lo mas curiosa y diferente. Æl se quedaba mirando por días enteros todos los sub reinos de sus hijos e hijas por debajo y al pie del castillo desde su ventana predilecta que estaba en su propia alcoba personal pues sus ojos al mirar al horizonte miraban todos los países y así contemplaba, apreciaba y meditaba en silencio como evolucionaban hacia distintos y diferentes caminos que él había diseñado. Su pelo largo y frondoso como melena de oscuridad y estrellas flotaba con el viento.... El oxigeno venia de los arboles, flores y plantas que crecieron de la sangre rubí y de su energía etérica pero este ser no necesitaba ni respirar pues el respiro mismo era él.

Todos los instrumentos musicales fueron creados allí en su hogar y las composiciones eran todas tocadas en su mente, los doppelganger y tulpas compartían la orquesta y sus fantasmas tocaban para él y a veces se dirigía físicamente a tocar sus propias operas junto con ellos en su piano y su oscuro catedrático y gótico órgano sangriento; Junto a su banda de metal ardiendo! Los mundos se agitaban y estremecían cada vez que tocaban al son de truenos y relámpagos salvajes y sus hijas e hijos todas y todos en el castillo acompañaban con coros delicados o agresivos los actos artísticos de baladas que entonaban los solsticios y auroras de la sanguinaria naturaleza enmarcada con éxtasis invocada.

El rey dios entonces tomaba y vestía su largo y bello abrigo gabardina negra de cuero y seda; atuendos únicos que le traían en tributo o que el mismo confeccionaba... Entonces se dirigía después del concierto a la gente de su reino, a abrigarse y dormir de nuevo satisfecho con sus sueños que en consciencia y subconsciencia creaba.... Así es como y donde los planetas y mundos se forjaban uno tras otro y nuevas vidas nacían y emergían adentro de ellas gracias a su composición divina y real sin principio ni final.

La sonata del universo seguía sonando mientras al despertar el dios bailaba y jugaba en su castillo al son de su corazón divino creando mas y mas pisos... El nunca se aburría de si mismo y solo una sonrisa sincera era percatada en su rostro al bajar y subir todas sus escaleras de caracol, puerta tras puerta, de sol a sol y luna a luna; Como un rayo saltaba y volaba de ventana a ventana, de nube en nube, de tierra en tierra, de planeta en planeta, de constelación a constelación, de hora en hora, de tiempo a tiempo, de dimensión a dimensión, de universo a universo y las campanadas de la vida y de la muerte sonaban al unísono de su voluntad como lo es la luz y la sombra en todo planeta y en todo universo y en todo tiempo.

La rapsodia de Æl continua ampliamente y eternamente para siempre...

Por los prados a la luz de la luna, la naturaleza nocturna del dios rey solía llevarlo afuera del castillo y así como solo unos cuantos merecedores podían entrar y verlo... Así también era el dios pues pocos podían observarlo, él era invisible a todos los sentidos por voluntad propia, ese es su pensamiento y divino juicio hacia los demás y como a él le encantaba su propia privacidad le venia de perlas el visitar de una forma mas cercana las ciudades que sus hijos e hijas forjaron.

Visitaba solo de noche para pasar desapercibido.... Y no solo eso visitaba si no también exploraba los confines del espacio y percataba las voces que lo llamaban a él, él no los buscaba, ellos y ellas lo buscaban a él por supuesto... Los rezos de otros mundos como susurros en las lejanías inmensas del cosmos que estas eran escalofriantes y perturbadoras para cualquier otra criatura pero para él eran de lo mas relajante... Disfrutaba del paseo noctambulo y trasnochador, mientras todos dormían él estaba despierto, moviendo los hilos del mundo tocando con sus pies descalzos las profundidades de los bosques mas extraños, los arboles con rostros de eruditos veían a lo lejos acercarse el dios a sus bosques y el allí se perdía o se encontraba adentrándose en las prohibidas raíces y los arboles podían verle a diferencia de otras criaturas y con él los fantasmas vibraban y lo seguían como su sombra, era tal cual si su propia aurora aura los llevara.... Æl se metía en los lugares que incluso los arboles no conocían en el corazón del mismísimo bosque que en conjunción de individuales arboles formaban el conjunto... Allí en lo profundo de una caverna es donde la sangre emergía y las plantas y arboles vampíricos se alimentaban con sus raíces felices y las ondas en el lago como efectos mariposa de cada acción del rey dios reformaba el mundo a su propia semejanza y así al verse en las aguas rojas donde por la luz de la luna su reflejo estaba y beber de su propia sangre era donde su ritual empezaba y lavarse con ella sus manos pulcras para un conjuro de portales abiertos y con un idioma muy raro que el mismo creo... Uso entonces para transportar del rio carmesí a los contenedores que en el castillo donde almacenaba pues su sangre que era la sangre universal, el donante universal, la energía del cosmos... Pero no te dejes engañar... A pocos les daba tal fuente de vida tan vital a pesar de que todo al fin y al cabo fue creado por él... El lugar mismo no se podía entrar sin su permiso... Pocos se atrevían o sabían donde quedaba el lago y su localización y esto es valioso puesto que la sangre del mar y del rio tenían propiedades diferentes para usos dispares, distintos tipos de sangre... Æl se recostó en la tierra con ramas y césped de plata y como si de vino se tratara, embriagado y en trance e hipnosis que él por su propia cuenta entraba y manejaba la hermosa oscuridad que lo engullía adrede tal como en ese momento las nubes tapaban los agujeros de la caverna donde la luz de la luna entraba y al igual que súbitamente la luz de la oscuridad lo iluminaba, entonces una percatación de un disparo metafórico, una alerta, una llamada telepática propia de repente y así después de sus revelaciones que él solo entendía en sus propios experimentos y meditaciones era entonces cuando volvía al castillo a la habitación donde su trono habitaba y esta vez tenia unos cuantos temas a saldar después por supuesto hablar un tanto con las sirenas y los arboles que sus cantos él tanto deseaba escuchar y ellas aprendían a cantar con el rey dios, nuevas canciones y baladas... Los arboles, los fantasmas y las sirenas siempre eran leales a el sin pasar alguna prueba... Ahora comerán sus hijos e hijas y él creo una forma para que estos ríos y lagunas sangrientas llegaran como tuberías transcendentales de energía y pasaran con portales a las enormes probetas donde sus criaturas se gestaban y crecían fuertes, sanas y salvas... Y que manjar era saborearla y en tus dedos untarla ante tal nutrición tan necesaria donde las sirenas se la untaban en las manos como si fuera lo mas sabroso de todo mundo y así lo saboreaban.

La neblina de los sueños de los inmortales y alipseistas del rey dios contaba un presagio... Presagio que la inmortal Ælina, la Ælipsa; Merecedora de la entrada a la gran torre y castillo del infinito podía percatar y la única reina diosa en ella... Presagios que el rey dios sabia interpretar perfectamente... El pacto no podía ser para todos, si bien la entrada al castillo era un acuerdo misterioso en si mismo... El pacto era algo distinto... Tenia que ser para alguien que iría a reinar junto al dios rey del gran castillo, alguien especial, alguien diferente a los demás, puesto que el pacto otorgaba algo oculto y precioso que no podía ser controlado ni compartido tan fácilmente... Un poder tan grande que el universo entero y la vida de los demás pasaría a estar en juego y en manos de uno mismo... Por eso talvez Dios Rey Æl por mucho tiempo, no lo dio a nadie y tuvo solo muchas mujeres, su propia harem y gineceo pero no se cazo con ninguna de ellas, ni siquiera a ellos y ellas, a los y las que lo amaban eternamente en su palacio y reino puesto que solo se puede ser dado a una sola persona única acorde a él y sus estándares y tal destino seria compartido entre ambos.

Ella la chica viajera que odiaba ser solo una vampira y que aspiraba a ser una diosa y reina, ella que anhelaba algo mas de lo mundano y que fueran verdad las leyendas antiguas contadas por las sirenas, los vampiros y los arboles que desde que era pequeña contaban todos los seres de todos los continentes y planetas, desde los mas tenebrosos a los mas bondadosos acerca del dios de los inmortales y dios de dioses que nadie ah visto en su ciudad ni en el mundo y que fundo la existencia misma... Que hasta su joven adultez jamás se le apareció a ella aunque algunos decían que podían llamarle a  él en sus propios sueños para poder verle y ser sus corazones juzgados y así poder entrar al mítico castillo.... Hasta que un fatídico e inevitable feliz día ella lo logro... Acorde a ella en su país natal no era feliz y detestaba el reino de los vampiros, de hecho cualquier reino donde ella viajo... Por muchas razones de diversa índole, quizás su gran devoción no era entendida ni comprendida y ella un día de tanto viajar, en un día que  viajo y le toco viajar al al reino del abismo cuando junto al mar de tinieblas y de la muerte eterna decidió tratar de tirarse de un puente altísimo y ahogada quiso morir suicidándose tristemente pero de repente y de forma repentina antes de que lograra saltar y de que lograra hacerlo el gran castillo apareció ante sus ojos, ella con sus ojos bellos de color iris rojo avellana llorando pero de alegría esta vez junto con su hermosísima piel pálida erizada color blanco como la leche y su precioso pelo negro sin cortar al natural, sorprendida y con la esperanza restaurada con una magnifica sonrisa de par en par y su corazón bombeando otra vez llena de vida, eso que ella soñaba experimentar y que veía en su ideales durante sus aventuras durante mucho tiempo, al parecer junto en el momento en el que ella saltaría a su propia ruina, el castillo sobrenatural y divino, el reino mismo de dios la encontró digna, definitivamente y seguramente justo en ese momento ella cumplió al fin todos los requisitos del castillo y de la máxima dimensión que lo gobierna todo, lo que ella soñó encontrar al fin lo había encontrado en la realidad, el gran fantasma sagrado... Lo que ella llamaba en sus sueños allí al fin en toda su magnificencia estaba frente a ella salvándola de una muerte segura... Libertad al fin a la vida eterna! Y en vez de saltar al abismo, salto entonces al puente y puerta del castillo... Es lo que ella quería...

Mientras se quedaba en su habitación digna de una reina que le dio su amo y amado rey en el castillo, cuando al final se entrego en cuerpo y alma para encontrarle... Recordaba con añoranza entonces cuando dormía en su habitación de cuando era una niña, soñaba y tenia las visiones de una pajarita y un pajarito al fin siendo libres juntos en amor incondicional como ella al conocerle a él...

Piaciuto o affrontato da...
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