No esperaba conocerte ni ser amigos en un inicio. Sospechaba de ti, pero al final resultó un camino. ¡Y qué camino!
Caminando por un sendero a mí una… Atravesé el mundo entero y la luz… Me abrió los cielos y el horizonte… la tierra se abrió en dos y aparec… un niño que envejeció, un viejo qu…
«Silencio»: es la muda palabra que… ¡Silencio! ¡Guarden todo! Necesito escuchar el susurro. «¡Silencio!»: grita mi conciencia… ¡Silencio! ¡Por favor, silencio!
¡A qué no supiste lo que sucedió! Un lindo ángel del cielo me visitó… Sus alas disfrazó en un blanco cha… y en jeans se presentó del cielo h… Despertó mi sueño su dulce mirada,
Yo no sé por qué te extraño. No quiero anhelarte más. De ti me quiero olvidar, pero no puedo, pues... te amo.
Lamento el lamento de tus ojos tristes. Hace unos instantes risueños danzaban y quité el aliento.
Veo tu rostro alzarse. En mi abismo resplandece y se impone con su dulce presencia… Tu rostro... ¡qué misterio!
Solo y ajeno, los días pasan y espero. Espero. Y mayor se hace el vacío,
Rumania, tierra desconocida por mí, de sangre empalada y mitos… cultura antiquísima y pasión, ni pensé ni imaginé que un día aquella mi dulce flor de vino
La luz que habita en ti tiene una… Es el arco de Diana, a ti otorgad… Y por esta puerta, el cielo estrel… se dibuja en mi corazón de pena. Se dibuja el cielo por la luna ésa…
No siempre tenemos fuerza para enfrentar lo imposible. Sin embargo, la encontramos. Nos paramos. Siempre.
—¿Qué te pasa? —Nada.
Sembremos sueños, doncella, para un día cosecharlos. Sembremos anhelo, nardo cual vara de san José fragrante florece un mes
¡Cómo! ¿Me prohibes amar? ¡Qué furia! ¡Qué tormento siento! ¿Desquitarme? Quisiera. ¡Ay! ¡Agonía entera! Quiero llorar; ¡mejor sangrar!
Adelante, adelante, amigo. ¿Quieres dejar tu abrigo? Adelante, adelante, amigo. Tenemos mucho por hablar. Adelante, adelante, amigo.