El anverso del verso colección de versos 4
El anverso del verso©2023 Alfonso J Paredes
Poesía..., si yo tuviera que descr… diría que eres como mi alargada so… ¡qué placer produces cuando me nom… En ningún sitio en particular para… Ninguna circunstancia circunspecta…
With a thousand horses surrounding… they are not stopped by the trails… with his gallop cutting the grass… and thunderous galloping in droves… Mounted by valuable knights,
Primera «Yo soy la proyección de la mentira en que vives. Júzgame y senténciame, pero siempre
Qué impotente me quedo cuando de repente compruebo que existe realmente el amor, sigo haciendo planes, buscando mi parte
Los besos tienen sonido propio, que reparan rencillas antiguas el sonido del beso restaña heridas Los besos tienen color de rosas perfumadas sin espinas
«Un 5 de febrero de 1624 los resto… de Vicente Espinel descansan en Madrid en la Parroquia de San An… ¡Ay traicionero febrero! triste se acuestan las décimas
Cuantas veces te vi andar por la c… tenías que pensarlo si son ciegos y te abrazan en un infinito suspir… entre sus brazos y manos llenas de… Son cálidos sus abrazos y arriba e…
Tengo aquí en mi mesa, un cerebro, que he sacado de mi colección de cerebros. Los tengo de todas clases: grandes, rugosos, lisos, pequeños. Tengo el cerebro de Einstein, también el de M...
Aún te puedo sentir, en el sendero… los años que a tu lado nunca se me… Aún veo tus lazos de seda que, rod… y en las cenefas de tu ventana, se… Aún puedo ver en el cuadro de un e…
Toma mi hombro, llorona, cuando caminas por la arena y la brisa del mar se asoma, a tu respirar morena. Nos dijimos adiós, llorona,
Lo tengo que decir y lo digo, que la luna no suspira, ni ríe, ni habla, ni se sienta al… tampoco te da la espalda, ni mira. Que la luna no tiene vida
La tierra que me vio parir tiene un olor especial, a pizarra, arcilla, tierra mojada… Dulce sabor a barro arcilloso, en los montes engalanados con la o…
¡Cómo pasa el teimpo, querido amig… Ocupo mi mente, cada vez más reple… de recuerdos, que en ocasiones olv… y, otras veces, a un momento lejan… Cada vez que me miro al espejo,
Yo habito en tu mirada y pongo mis dedos en tus llagas, tu ni siquiera te retuerces, acostumbrado al dolor que te adorm… Acompaño con un sorbo de aguas pur…
Arando la tierra el arado, no ara solamente el campo, sino tu alma y tu cuerpo y tu espí… alimentándose copiosamente del ali… de la huerta el hortelano.