Cuando nací vi a Dios por un momento,
no era el óbstetra con su boca tapada
que me colgó de pies para golpear mis gluteos.
Ese no fue,
yo miré a otra persona;
pero fue doloroso, fue arduo nacer, dormí enseguida.
Cuando nací vi a Dios y me dormí.
Yo no sabía quién era.