1989. De mi libro "Apuntes del deseo".
#Mujer #Niña
Se aman sin reservas adentro de una oquedad, en la parte más alta de la pared, lejos de la atención de cualquier ojo impertinente o una intrusión desastrosa del enemigo natural. Les so...
Tú que surges de aquello que es olvido y naces cada día sin que lo digas Tú que vagas con tu misión perpetua
La mujer del cuadro me mira con seductores ojos fijos. Adquirí la fotografía en “El lugar de los hallazgos”, el sitio incomparable donde uno se adentra con la morbosa inquietud de no sa...
Cuando nací vi a Dios por un mome… no era el óbstetra con su boca tap… que me colgó de pies para golpear… Ese no fue, yo miré a otra persona;
Dibujarte en el aire imaginada con mis caricias vanas, al vacío exacta en tu contorno que fue mío, silueta que añoré, resuelta en nad… Ya estás, algo borrosa, pero cada
Porque allí en la penumbra de la a… se miran dos, dos casi se perciben nocturna luz de luna a piel exhibe… fulgor que cada cual refleja y rob… Licántropo tenaz y mujer loba
Mis brazos son tu casa para acunarte unos minutos prisionera a mi arbitrio caprichos… mía un instante. Una intensa mentira
Quizá tan sólo sea cuestión de ins… químico asunto de las endorfinas, polen, abejas, peces, golondrinas; no veo por qué el humano sea disti… Recto el asunto hacemos laberinto
Niña solitaria, mi sombra es ajena y es tuya mi sombra. (Mi sombra es de luz, simple como pocas,
Gota inmersa en un río vertiginoso voy por las calles entre tanta gen… qué triste es confesarlo, aunque m… el mundo seguirá intacto y frondos… No entiendo qué designio poderoso
¡Deslumbra! ¡Y en cada mirada relumbra! Penumbra
Ganándole a la aurora hacia el tra… mi pueblo LEVANTADO está… cuidado “gobernante” que inexperto te enconchas con donaire y desparp… Mi pueblo que tú piensas cabizbajo
Tu voz me ha susurrado en el oído la sutil calidez de un raro encant… tu voz aún en lectura es como un c… que viene y va, que no será y ha s… Tu voz y tus palabras han venido
Me conoces, me presientes detrás de ti mirando a través de tus hombros. Tan cerca de tus sienes que escucho los murmullos
Hay algo que avecina una implacable soledad sin fecha. El alma lo adivina, la sombra gime en su pasión, deshe… Y en la hora vespertina