#Españoles (Amores amoríos) y
Era un jardín sonriente; era una tranquila fuente de cristal; era a su borde asomada, una rosa inmaculada
Dos vereítas iguales: ¡cuár de las dos cogeré! si cojo la de mi gusto mi perdisión ha de sé
¡Quién tuviera la zuerte… que tiene la luz que ze apaga y ze quea donde duermes tú!
Grande pena es la de un ciego que no ve por donde va, pero mayor es la mía, que no sé tu voluntá.
Con sus nieves y aguas mil al invierno el sol destierra; suspira alegre la tierra y ese suspiro es abril. ¡Abril!, el primer albor
Quiero y no quiero decir, y estoy sin decir diciendo quiero y no quiero querer, y estoy sin querer queriendo
La marisma se llena del sol de Mayo y recibe a la Virgen bajo su palio. Y el sol la besa
Tersa, alegre, blanca y fina… en apariencia es igual la nieve a la sal marina. Dime tú, Nieves divina, si eres nieve o eres sal.
Si le gusto a argún presente, que me lo venga a desí, que seré mu complasiente. Yo no trato malamente más que a los tipos así
Por tu cara rebonita te he comparao mi amó a la primera estreyita que sale ar ponerse er só Tienes unos dientes
Tengo unas calabazas puestas al humo; ar primero que pase se las emplumo.
Todas las flores der campo ze han puesto er traje de gala, y tambien er zó se ha puesto zu corana de oro y plata. En er cielo está la luna
Esta noche mando yo, mañana que mande quien quiera: esta noche he de poner por las esquinas banderas.
He de pedir en la Audiencia para todo malhechor, que lo condenen a ausencia que no hay castigo mayor
Era un jardín sonriente; era una tranquila fuente de cristal; era, a su borde asomada, una rosa inmaculada