¡Quién tuviera la zuerte… que tiene la luz que ze apaga y ze quea donde duermes tú!

Tersa, alegre, blanca y fina… en apariencia es igual la nieve a la sal marina. Dime tú, Nieves divina, si eres nieve o eres sal.

La que quiera como yo, sepa que yo le deseo un novio de lo mejó: torpe o listo, guapo o feo, ¡pero sangre gorda no!

Ni er clavé más primorozo, ni la roza más galana tienen tayo mas garbozo que tu carita zerrana

Quisiera ser el aire que amoroso se mezcla en tus suspiros y en tu… quisiera ser la luz de tu aposento… de todas tus miradas codicioso. Quisiera ser el eco misterioso

El ideal del cariño: encontrar una morena graciosa, bonita y buena: casarse… y tener un niño

Era un jardín sonriente; era una tranquila fuente de cristal; era, a su borde asomada, una rosa inmaculada

Como se arranca el hierro de una h… tu amor de las entrañas me arranqu… aunque sentí al hacerlo que la vid… me arrancaba con él.

No pases más por mi casa, que la gente es muy chismosa; yo no paso por la tuya, y estoy allí a todas horas.

He de pedir en la Audiencia para todo malhechor, que lo condenen a ausencia que no hay castigo mayor

Estoy como la que tiene una venita de loca: quiero olvidarte, y te busco en cuanto me dejan sola.

Tierra de nuestro amor: ¡Dios te… Que en tu glorioso porvenir risueñ… nunca te falten ni voz amiga ni hilos de luz en que tejer un su… Que fecundes tus campos sin fatiga…

Tengo en mi huerta una rosa primorosa, rosa de pitiminí; y oye chiquilla preciosa, una cosa,

La acción, en Andalucía Sevilla, calle Alminar. Salita fresca y sombría; menaje de buen pasar; hora, la del mediodía.