#EscritoresMexicanos
¡Con ella, todo; sin ella, nada! Para qué viajes, cielos, paisajes, ¡Qué importan soles en la jornada! Qué más me da
Perdóname, Ideal, para que pueda irme en paz al venir mi última hor… Es tan dulce el perdón: ¡prerrogat… de los Dioses! Perdóname, Inmorta… “El que todo lo sabe lo perdona
Es preciso que tornes de la esfera… con los flavos destellos de la Lun… cual la momia de un mundo, de la a… es preciso que tornes y te vuelvas… y me des un refugio, ¡por piedad!,…
Los muertos mandan. ¡Sí, tú manda… Si ejecuto una acción, digo: “¿Le… Hago tal o cual cosa pensando: “¡… Busco lo que buscabas, lo que deja… amo lo que tú amabas, copio como u…
Vivir sin tus caricias es mucho de… vivir sin tus palabras es mucha so… vivir sin tu amoroso mirar, ingenu… es mucha obscuridad...
No esperes que, vencido en la cont… levante yo de mi querer la tienda; vine para triunfar, o a que me mat… tu esquivez, y ante ti, torre alta… has de ver ondeando mi bandera,
¿Encontrará la ciencia las almas d… un día, y a la angustia y el llant… buscando, del Enigma por los limbo… responderá la boca del abismo: “Aq… ¿Descubriremos ondas etéreas que t…
¡Oh, Señor! Dios de los ejércitos… eterno Padre, eterno Rey, por este mundo que creaste con la virtud de tu poder; porque dijiste: la luz sea,
Para cubrir los peces del fondo, q… de frío, mis piadosas ondas se cri… y yo, la inquietuela, cuyo perenne… es variar, enmudezco, me aduermo,… ¡Ah! Tú no sabes como padezco nos…
Este concurso de células, unánimes en su intento misterioso de que dure la intensa vida en mi cuerpo; esos miles de millones
Era un ritmo: el que vibra en el e… como queja inmortal y se levanta y llega del Señor hasta el palacio ¡Un ritmo!, y en el cielo de topac… se perdió: ¡Como todo lo que canta…
Sol espledente de primavera, a cuyo beso, fresca y lozana, la flor se yergue, la mariposa viola el capullo, la yema estalla; sol espledente de primavera:
quote|Donc, bonsoir, mignon, et à… (Palabras que Ana me dejó escrita… noche en que tuvimos que separarno… ¡Buenas noches, mi amor, y hasta m… Hasta mañana, sí, cuando amanezca,
Sí, yo amaba lo azul con ardimient… las montañas excelsas, los sutiles crespones de zafir del firmamento, el piélago sin fin, cuyo lamento arrulló mis ensueños juveniles.
Bien venga, cuando viniere, la Muerte: su helada mano bendeciré si hiere... He de morir como muere un caballero cristiano.