#Mexicanos #SigloXIX #SigloXX Otros Rimas irónicas poemas
Por esta selva tan espesa, donde nunca el sol penetró, buscando voy una princesa que se me perdió. Entre los árboles copudos,
Si tras el negro muro de granito de la muerte hay un mundo, un más… al cruzar el dintel del infinito mi pregunta primer, mi primer grit… ha de ser: “Y ella, y ella, ¿dónde…
Muerte, ¡cómo te he deseado!, ¡con qué fervores te he invocado!, ¡con qué anhelares he pedido a tu boca su beso helado! ¡Pero tú, ingrata, no has oído!
El vapor es el alma del agua, herm… así como sonrisa del agua es el ro… y el lago sus miradas y su pensar… sus lágrimas la lluvia; su impacie… y los ríos sus brazos; su cuerpo,…
Dios mío, yo te ofrezco mi dolor: ¡Es todo lo que puedo ya ofrecerte… Tú me diste un amor, un solo amor, ¡un gran amor! Me lo robó la muerte
“Vivir sin tus caricias es mucho d… vivir sin tus palabras es mucha so… vivir sin tu amoroso mirar, ingenu… es mucha oscuridad...” Vuelvo pálida novia, que solías
Entre el dudoso cortejo de sombras, peregrinando voy una sombra buscando. En el místico reflejo de la noche constelada
Este libro tiene muchos precedente… tantos como gentes habrán sollozado por un bien amado, desaparecido,
Cuando lloro con todos los que llo… cuando ayudo a los tristes con su… cuando parto mi pan con los que im… eres tú quien me inspira, sólo tú, Cuando marcho sin brújula ni tino,
A veces, en sueños, mi espíritu fi… escenas de vidas lejanas: yo fui un sátrapa egipcio de rostro de es… de mitra dorada, y en Menfis viví.
Los papelillos de colores que de los altos corredores lanzan al aire los chicuelos como bandadas caprichosas, en sus impensados vuelos
No esperes que, vencido en la cont… levante yo de mi querer la tienda; vine para triunfar, o a que me mat… tu esquivez, y ante ti, torre alta… has de ver ondeando mi bandera,
La muerte nada quiere con los tris… Subrepticia y astuta, aguarda a que riamos para abrirnos la tumba y, con su dedo trágico, de pronto
¿Adónde fuiste, Amor; adónde fuis… Se extinguió del poniente el manso… y tú que me decías: «hasta luego, volveré por la noche»... ¡no volvi… ¿En qué zarzas tu pie divino heris…
Todo amor nuevo que aparece nos ilumina la existencia, nos la perfuma y enflorece. En la más densa oscuridad toda mujer es refulgencia