Desperté sudoroso y empapado, y jadeando en extremo, vi la hora; sentía en mi cuerpo, un calor copa… al pecar impuro, en lo que en mí,… ¡Solo por ella, el alma, sufre y l…

Como llama incandescente, ardo en cuerpo y alma, al no estar tú en mi presente; ¡Grito tu nombre a los cuatro vien… ¡Solo el eco de mi voz responde!

Sueña dulce y querida niña No dejes nunca de soñar Piensa que estarás en tu viña Y los sueños has de alcanzar Desecha el antes y el después

* ¡Tengo un sentir extraño! Siento, que un ente maligno me sig… son sueños ya de antaño que mi mente, olvidarlos no consig…

Fue la noche del verano, más calur… Entrando por la ventana, ligera br… me despierta olor, a sal marina, s… pienso que así pasó, aun estando,… ¡Los ojos observan, mi posición gr…

Con un deseo y una flor A diario me despierto Quiero dársela con amor y Besándola sediento Oír sus gritos de placer

Son el mar y los Cielos eternos p… Para todo poeta preciado de serlo. Así como al uno, al otro habrá que… En versos que describan hermosos c… ¡Los dos aparecen como grandes riv…

Hay recuerdos que no se desvanecen ¡Arden en carne viva! En nuestra memoria palpitan al rit… Y por muy alto que volemos, por má… Separemos, nuestras almas vuelan a…

De madrugada, ojos abiertos, las s… Oido atento, apunta el alba. suspi… Mirando estrellas, los pasos quedo… La mano abierta, sus cinco dedos,… Golpea fuerte, cristales rotos, go…

No tan sólo ni cansado Quise entregarte mi vida Muchos años han pasado Mi corazón no te olvida Recuerdo aquel primer beso

Viento de otoño Los árboles desnudos En lecho de hojas ¡Sana ilusión! Es el trébol de cuatro

De mi corazón no puedo arrancarte Lastimando mi alma tal sufrimiento Si tú no me das el consentimiento Le pido al Cielo poder olvidarte Aunque se que no dejaré de amarte

La vi haciendo footing por el parq… ¡Una bella gacela parecía! Con su ritmo el antojo, conducía Mis ojos, a su cuerpo en el enmarq… Al otro día la vi en el embarque

Invitando a meditar profundamente Como antes, tal vez lo hizo, José… Las olas del mar remansan en su or… Invadiendo las arenas suavemente. Al tiempo blancas gaviotas gentilm…

Siguió las huellas de otros camina… que ya hicieron caminos, escuchó historias de nobles amante… y otras, de harto mezquinos. Se alimentó en posadas malolientes…