Una Noche
Y cuando caiga la noche, podremos encontrarnos. Siempre podremos.
Cae un frio viento otoñal entre los arboles, escucho fuentes jadeantes que se van desplegando debajo de los robles, de mi parte pensé que sería mas fácil, no sin antes discutir con la persona que era antes.
Traigo una duda clavada, ya no hay líneas borrosas, no hay setas encarnadas, solo queda un desfile de guerras ganadas. Y de las cuencas te salen deseos de jerez y miel, desbocando aires de vidas pasadas.
Se resbalan de mi pelo la ironía y la sed, como estanques a cuenta gota me salpican las mejillas, las veo deslizarse y se me dibuja una sonrisa cómplice.
Pero tu quien eres? Solo bastan 3 palabras entre la nada y lo infinito, entre el vacío y el presente, justo ahí donde todo se cumple, donde nos cumplimos.
Quiero recordar esta noche, dentro de los bailes pegados, entonando acapela, hirviendo en un contoneo de ruidos hipérboles, unos destellos de luz mezclados con sudor, levante mi espalda con el mar de fondo, mi garganta arqueada, abro mi boca a punto de soltar un puñado de colores radiantes, aprieto mis ojos en tu pecho, te siento latiendo a contratiempo, a esto se resume todo.
Me revolotea en el pecho una melodía de naranja en flor, dentro de los confines de mis venas nacen y mueren las canciones al unísono, una línea de sangre, 2 gotas, adiós.
