Cuando es invierno en el mar del… es verano en Valparaíso. Los barcos hacen sonar sus sirenas… puerto de Bremen con jirones de ni… en sus cabos,

Otro tiempo vendrá distinto a éste… Y alguien dirá: «Hablaste mal. Debiste haber cont… otras historias: violines estirándose indolentes

Mientras tú existas, mientras mi mirada te busque más allá de las colinas, mientras nada me llene el corazón,

Son las gaviotas, amor. Las lentas, altas gaviotas. Mar de invierno. El agua gris mancha de frío las rocas. Tus piernas, tus dulces piernas,

Noche estrellada en aceptable uso, con pálidos reflejos y opacidad lu… vieja chistera inútil en los tiemp… como escuálidos galgos sobre el mu… definitivamente eres un lujo

Le comenté: —Me entusiasman tus ojos. Y ella dijo: —¿Te gustan solos o con rimel? —Grandes,

Ayer fue miércoles toda la mañana. Por la tarde cambió: se puso casi lunes, la tristeza invadió los corazones y hubo un claro

Siempre alguna mujer me llevó de l… (para no hacer mención de otros ap… Anillado como un mono doméstico, salté de cama en cama.

Si yo fuese Dios y tuviese el secreto, haría un ser exacto a ti; lo probaría (a la manera de los panaderos

Me falta una palabra, una palabra sólo. Un niño pide pan; yo pido menos. Una palabra dadme, una sencilla palabra que haga juego

Esperanza, araña negra del atardecer. Te paras no lejos de mi cuerpo abandonado, andas

Aquí paz, y después gloria. Aquí, a orillas de Francia, en donde Cataluña no muere todavía

Cruzas por el crepúsculo. El aire tienes que separarlo casi con las… de tan denso, de tan impenetrable. Andas. No dejan huellas

Mi memoria conserva apenas solo el eco vacilante de su alta melodí… lamento de metal, rumor de alambre… voz de junco, también latido, vena.

Cuando estoy en Madrid, las cucarachas de mi casa protesta… La luz no las anima a salir de sus… y pierden de ese modo la oportunid… mi dormitorio,